
Me pareció raro que un perro de raza y tan pequeño anduviera por la cuneta, estuve una hora detrás de él pero huía de mi, lo intenté de todas las formas posibles, le silve, le lanzaba pan lentamente pero él asustado corría.
Durante el camino de vuelta, no dejé de pensar en que seguramente ese perro moriría dentro de poco, pero lo que mi mente no llegó a concebir, fue qué pasa por la cabeza de una persona para abandonar a un perro.
Nada más en este año, se han dado una cantidad desmesurada de abandonos de perros, esto conlleva a que las protectoras se queden sin dinero y se las vean canutas para mantener a dichos perros, el problema es que conforme pasan los años esto va en aumento. Ahora ya casi nadie se espanta cuando vé el cadáver de uno de ellos en la cuneta simplemente mira hacia otro lado.
Hemos acabado viendo normal un hecho que no puede permitirse, sé que por mucho que se intente concienciar a la gente de que no deben de abandonar a los animales se seguirá haciendo, pero me gustaría que recapacitárais todos. Los animales cuando son pequeños son bonitos, pero todos crecemos y a veces para algunas personas acaban siendo un incordio.
Los perros no son un juguete que cuando te cansas de ellos puedes tirar, son vidas, quizás muchos de los que han sido abandonados son regalos que ya no eran tan juguetones y graciosos como al principio.
Me parece aberrante la gente que abandona los animales a su suerte, aunque viendo que incluso hay personas que abandonan a sus mayores, no me parece extraño.
Ya que no puedo evitar este hecho de ninguna forma, intentémos en vez de comprar un perro ir a la perrera y salvar una vida más, intentémos recoger a los perros que vemos vivos en la cuneta...
Espero que éstas navidades los regalos no salgan caros, y cuesten alguna vida.
